lunes, 23 de marzo de 2009

PARA ATRÁS Y HACIA ABAJO

Así está Acassuso, que el sábado perdió 2 a 1 contra Talleres de Remedios de Escalada, un rival directo en la lucha por no descender. El equipo Quemero jugó mal y fue superado en todo momento y en todas las líneas por el visitante. Pérez, el enganche de Talleres fue la figura del partido y el que generó las mejores jugadas del partido. Ni los defensores ni lo volantes pudieron quitarle la pelota. Acassuso siente mucho la ausencia de la dupla central que conforman Rodrigo Alonso y Gonzalo Juárez, además de no generar opciones de gol claras. Leo Romero y Jonatan Hansen hacen lo que pueden y ni Lucho ni Manchini están en el nivel que se les conoce. Tampoco Mario Grana aporta lo suyo. Más allá de los nombres propios que se pueden hacer con respecto al rendimiento, el equipo está con una crisis de confianza profunda y es fundamental recuperar el ánimo para poder volver al nivel de la primera parte del torneo.
Un párrafo aparte merece la hinchada de Acassuso que alentó y acompañó todo el partido, despidiendo a los jugadores como corresponde: con aplausos y sin insultos. Estos últimos llegaron de algún desubicado de esos que se sientan en la platea y que van a hacer a la cancha lo que no pueden hacer en otro lado: gritar pavadas. Si bien no vale la pena extenderse demasiado sobre esta cuestión es necesario remarcarla para que estas tonterías no se generalicen en nuestro club y ese imbécil no contagie a nadie. Bien podría ir a la platea de otro club o bien quedarse en su casa y escuchar el partido por radio.

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