El arranque del partido fue con un San Carlos agrandado que no pudo sorprender de entrada a un siempre efectivo Gustavo Ruhl. Sin ponernos colorados podemos decir que es de los mejores arqueros de la categoría. Pero la batalla en la mitad de la cancha terminó siendo para el Quemero. Al orden y la recuperación de Mazzulli se acopló muy bien Leonardo Di Lorenzo que siempre se muestra como mejor opción para recibir la pelota. Además, de entregarla siempre a un compañero mejor ubicado. En la defensa las dudas siempre pasan por el sector derecho y los espacios que dejan las subidas de Cristian Leiva, que de todas maneras tuvo una correcta actuación. Otro detalle a trabajar es la cantidad de faltas cerca del área o pasando la mitad de la cancha. Si el rival tiene finos a sus pegadores y cabeceadores puede ser una gran ventaja. Esto le ha pasado varias veces al Quemero.
Más allá de esto, la defensa ayer estuvo sólida con Patricio Grgona y Emiliano Pedreira a la cabeza. El mismo Grgona fue el encargado de poner el primer gol con un remate que se clavó en el ángulo después de un centro muy bien ejecutado por Damián Gómez. No hace falta ver más goles del "Pato" para saber que este debe ser el más bonito.
Los de adelante mantienen el sacrificio todo el partido pero el que destaca es Sergio Salomone por su efectividad. El "Tano" cerró el partido con un remate seco en el área chica después de un pase impecable de Alexis Blanco. Damián Gómez es el que más se retrasa y Facundo Pumpido busca espacios por afuera para no encimarse con Salomone.
Acassuso dejó una imagen sólida y ganó más que un clásico. Porque impuso su identidad. Esa de sentirse cómodo cuando lo subestiman y lo ponen en la categoría "partidotrámite". La gente lo seguirá festejando toda la semana. Pero el plantel ya tiene que estar metido en le partido con Villa Dálmine. Esto es largo y la historia continúa.