Lo mejor: Los cambios con vocación ofensiva intentando de todas las maneras modificar el rumbo del partido. Las ganas con que se encaró la segunda mitad (cosa que debería haber sucedido en todo el partido). El debut de Lázaro Romero que mostró cositas interesantes por la izquierda del ataque y puede ser una alternativa.
Lo peor: Volver a perder, hacerlo de local y sin marcar. La apatía del primer tiempo. El poco volumen de fútbol, las pocas opciones de gol que se crean. La falta de puntería cuando se tiene una (imposible no hacer gol en la jugada que Ada lo yerra). No ejecutar bien una sola jugada con pelota parada (a pesar de ser varias las jugadas preparadas).
Balance: Negativo. Ya van casi cinco partidos que no se convierte gol (el último fue contra la Villa y lo hizo Ada en la primera etapa). El objetivo empieza a modificarse lentamente, de pelear bien arriba se pasó a poder entrar al reducido y ahora lentamente se empieza a mirar la tabla del promedio para el año próximo.
Esperemos un quiebre cuando se enfrente en un partido histórico a Vélez Sarsfield y aunque el resultado no sea positivo, el trámite sea reconfortante para motivar a los jugadores y al cuerpo técnico y produzca impulso para terminar el torneo de la mejor manera.
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