EN EL BARRIO LE DECIMOS CHOREO

En una hermosa tarde de sábado Tristán Suárez recibió a Acassuso en una cancha siempre coqueta y en un campo de juego en excelentes condiciones. El partido fue de tramite intenso, pero se jugaba sólo hasta las áreas. Ambos equipo carecían de profundidad y Herkes el 5 local se iba con roja a los 22`pt. El hombre de más nunca se tradujo al juego. Sólo remates desde afuera inquietaban a los arqueros, Fernandez para el lechero dió en en el uno y luego en en el poste. A Sever primero el palo y despues el travesaño le dijeron que no . El partido se cerraba con un cero por bando y a otra cosa, pero... la historia tenía otro final preparado para todos nosotros. 42`st corner para Suárez, pelota en el aire, el arbitro marca penal de Alonso sobre Kisner. Ortiz lo transforma en gol (Rhul la tocó pero no pudo evitarlo). El partido llegó al final pero Rodrigo sigue discutiendo con Gutierrez. Todos ya se han ido, el capitán sigue pidiendo explicaciones, pero el juez nos transporta, que quizo hacer?
Tal vez marcó penal por la necesidad social, de crear un nuevo conflicto para poder superarlo y acceder así a una nueva condición superadora. Habrá querido invitarnos a discutir desde un punto de vista filosófico, sobre las funciones y roles de cada uno de los individuos que integran un espectáculo deportivo. Algunos creen que utilizó la ocasión, para darnos la posibilidad de reestablecer una figura digna de la justicia que tan vapuleada se encuentra y contraponerla en tiempo real con la observación simple de un periodista crítico. En realidad estamos dando demasiadas vueltas para decir como en el barrio que nos chorearon.