sábado, 4 de agosto de 2007

NO ES LO MISMO

Ir a la cancha es una experiencia maravillosa. Y más cuando tu equipo juega de visitante. Se disfruta desde el viaje de ida hasta el de vuelta, que siempre es más agradable después de un triunfo. Si el arribo es temprano, hay tiempo para comer un chori sentado y empezar a aclimatarse: es que los hinchas también "juegan" el partido con su estado de ánimo. Pero las cosas cambiaron para esta temporada. Una injusta medida impide a los visitantes ir a ver fútbol. Esta tarde y gracias a mi profesión, pude estar presente en el debut de Acassuso en Primera B; en Adrogué, contra Brown.
Pero más allá de la alegría de estar ahí para ver al equipo y de poder gritar el gol del empate, también sentí un extraño vacío. No había hinchas visitantes. No había banderas azules ni cantos a favor del quemero. Y parece que la condena impuesta al hincha de ver a su equipo sólo de local se va extender toda la temporada. Que la culpa es de los violentos y asesinos disfrazados de hinchas, está claro. Aunque todos los que vamos a la cancha tenemos una responsabilidad y debemos evaluar si la cumplimos. Entiendo que desgraciadamente esta medida no va a aportar mucho en la lucha contra la violencia. Pero ya estamos acostumbrados a que paguen justos por pecadores en el fútbol argentino. Ojalá que esto pase rápido y que el día de hoy no tenga que ser recordado por el luto: el día de la desaparición del hincha visitante en el ascenso. Porque sin ellos, no es lo mismo.





Eduardo Martins

0 comentarios: