Lo mejor: El par de intervenciones fundamentales de Gustavo Ruhl que evitaron en sendas oportunidades la apertura del marcador. La concentración defensiva sobretodo en las segundas jugadas, cuya falta fueron el motivo de la injusta derrota contra Temperley, en esta oportunidad tanto la última línea como los volantes no cometieron ese error. La serenidad con la que juega Julián Gimenez en el medio campo, zona de tanto barullo normalmente, y este partido no fue la excepción.
Las dudas: El bajo nivel de Santiago Prim, que sólo apareció con un par...
