Lo mejor: La actitud del equipo que en todo momento fue al frente en busca del triunfo primero y del empate en los minutos finales. El trabajo defensivo, que a pesar del error que terminó en el gol de Suárez fue correcto, anulando los intentos de los jugadores de jerarquía que tiene el Lechero. Auzmendi volvió a ser el único que dio la sensación que puede llegar al gol y Pipino tuvo un aceptable segundo tiempo en la posición que se siente más cómo, delante del cinco, delante de Benítez. Fernández tuvo una una vez más una buena actuación tanto en la marca como en la salida del equipo.
Las dudas: Se hizo un mal partido en ofensiva. En esta oportunidad ni siquiera se crearon situaciones de riesgo para la visita, a excepción de un centro de Auzmendi que le birlaron a Esteban, un muy buen tiro libre ejecutado por Alan y un cabezazo de Zanini. Muy poco para un equipo que desde el principio al fin fue poseedor de la pelota y jugó mucho tiempo en campo rival. No estuvo bien Sanchez, Magno errático en los pases, Monge terminó tirando centros a las manos del arquero, Serrano ingresó en la segunda mitad y no aportó nada. Vidal y Schinnea juegan pocos minutos pero no los aprovechan, entran y la ecuación no la modifican. El gol de Tristán fue una carambola más que un error de los centrales que lamentablemente no fue perdonado por Trinidad (algún perfeccionista diría que Zannini debió despejar más alto, Monge debió estar atento al rebote para marcar al goleador y que Kletnicki debió salir más rápido a achicar).
Balance: Negativo. Se perdió con un rival directo para el ascenso. Se dio un paso atrás en el rendimiento del equipo, que carenciaba de efectividad, pero creaba situaciones de gol, hoy casi no las tuvo. Es malo el comienzo de esta segunda rueda, se perdieron dos partidos de cuatro, se ganó uno solo de local y se empató con el pobre Talleres. Se convirtieron sólo dos goles (en el mismo partido y los hizo el mismo jugador). Da la sensación (quizá solamente a mi) que la información que ascienden directamente cuatro equipos le metió presión al equipo y ya no juega tan distendido como antes. Espero sólo sea un error mío y todo empiece volver a la normalidad en la próximas fechas. Nos esperan Atlanta, Español y luego Riestra, el primero y el último son equipos que quizá les queden más cómodos a los de Fito, puesto que son conjuntos que salen a atacar con limitado cuidado defensivo.
Foto: Acassuso Prensa
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