Lo mejor: Se volvió a ganar, luego de vencer a Atlanta de visitante, se hizo lo propio contra un rival de los que al Quemero le caen muy incómodos. Volvió Rojas y demostró toda su inteligencia para manejar el medio juego del equipo. Los centrales (Zanini y Gásperi) se acoplan cada vez mejor y le dan seguridad defensiva al equipo. Pipino mostró pinceladas de su jerarquía. El Toro Salvatierra volvió al gol (penal muy bien ejecutado). El debut como titular de Grespán fue alentador, utilizó por la derecha toda su velocidad y desniveló en varias oportunidades. Monti ingresó con muchas ganas y se acopló rápidamente a los intentos de contra que tuvo Acassuso en ese momento del partido.
Las dudas: No fue de las mejores presentaciones del equipo. En el primer tiempo casi no hubo diferencias entre el último del torneo y uno de los que quiere ascender en forma directa. Sólo cinco minutos de furia fueron la diferencia en ese período (donde hubo cuatro corners consecutivos, el último terminó en penal, y el penal en gol). En la segunda mitad cuando el Gallego estaba partido no se supieron aprovechar las contras y el juego quedó abierto hasta el cuarto minuto de adición. El arquero visitante sólo que tuvo que trabajar en algunos centros y eso demuestra la poca profundidad que tuvo el equipo ante un muy flojo rival que nunca inquietó a Kletnicki.
Balance: Positivo. Tres puntos más que suman para el gran objetivo. Se superó a uno de esos rivales que en condición de local a veces te sacan un empate. El enojo que gran parte del partido mostró Fito dejaba bien en claro que no estaba conforme con lo que él veía en el campo, y nosotros adherimos. Los triunfos maquillan actuaciones. Es una categoría muy pareja y en cada partido todo puede suceder. Por eso la alegría por el triunfo es grande y la intranquilidad por la poco convincente actuación es moderada.
Foto: Acassuso Prensa
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