Lo mejor: La presión que ejerció el equipo desde el minuto cero para acorralar a Talleres, no dejarlo jugar y robarle la pelota cerca del área ajena.
La efectividad del primer tiempo, casi que se concretaron las opciones que se fabricaron.
La voracidad con que se disputaron las segundas pelotas y como consecuencia de ello se generaron tres de los cuatro goles del primer tiempo.
Muy buenas actuaciones individuales que hicieron resaltar el funcionamiento del equipo. Desde Salvá que intervino en forma notable en más de un par de oportunidades hasta los delanteros que marcaron uno cada uno, pasando por el medio que con Giménez como estandarte corrió, metió y jugó.
La pegada de García, el diez metió un magnífico gol de tiro libre y pateó los centro con pelota parada con mucha peligrosidad para la visita.
Lo dudas: Muy poco para criticar, tal vez lo torpe que se mostró Caspary con los pies.
Las lagunas del jugadorazo que mostró ser el Pipi, por cada pincelada se tomaba muchos minutos de descanso.
Las opciones desperdiciadas en la segunda etapa, si el equipo mantenía la efectividad de la primera mitad, la goleada pudo haber sido para el libro Guiness.
Balance: Positivo, se ganó, se goleó y por momentos gustó. Hubo rendimientos altos y el equipo funcionó muy bien en todas sus líneas, minimizando a un muy buen equipo como Talleres que intenta jugar muy bien al fútbol.
El Quemero no debió perder contra el Cartero y debió ganarle a Cole, pero por errores propios se perdieron puntos increíbles, hoy todo eso ¿serán solo feos recuerdos?
Hoy se jugó un gran partido como hacía mucho tiempo no sucedía. Hasta el más pesimista tiene derecho a ilusionarse, que esto sea el comienzo, que no quede sólo en una calurosa tarde de invierno.
Contra un gran candidato como Morón el equipo tiene la posibilidad de demostrar la próxima fecha que lo de hoy no fue solo un gran partido.
