Lo mejor: En los primero quince minutos del juego el Quemero presionó bien alto y obligó al error de Telmo en la salida. Fue un cambio estratégico que sólo duró esos minutos. En la segunda etapa aparecieron en cuenta gotas la conducción de Rojas, las escaladas de Monje, la movilidad de Salvatierra para escapar a los defensores y las ganas de llegar al empate con las infinitas limitaciones de este equipo.
Las dudas: El intento por ser protagonista principal del partido y jugar cerca de Jara duró muy poco y luego fue más de lo mismo que se venía haciendo en los últimos encuentros. Jugadores de tenencia en el medio que que la tienen poco y cuando logran poseer el balón no surge casi nada bueno de sus pies. Defensa que viene recibiendo goles todos los partidos, que ya no nuestra solvencia y no te garantiza el cero como sucedía antes. Delantera que hace seis fechas que no hace un gol que no sea de penal.
Prefiero englobar la actuación del equipo para no ser cruel y no analizar individualidades muy pobres en casi su totalidad.
Balance: Negativo. Cada fecha se hace más lejana la posibilidad de ascender en forma directa.Digo esto tanto por la matemática como por las actuaciones.Ya no es un equipo confiable, el que nadie quería enfrentar, el que se plantaba en cualquier cancha y casi seguro se volvía con los tres puntos, el que de local no perdía nunca, el que sorprendía a los neutrales por todo lo dicho anteriormente, el que nos daba más alegrías que tristezas. Alguien dijo que el fútbol es un estado de ánimo, y hoy el estado anímico de Ssuso está por el piso. Desde que se habló tanto de "los famosos penales" el equipo bajó notablemente su rendimiento, al tal punto de dejar sin trabajo a quien tan bien había encaminado esto cuando peleábamos el descenso y nos depositó en los primeros puestos, al gran Fito Della Picca. Humildemente creo que cuando los jugadores dejaron de creer en él, la cosa se complicó al punto de llegar a este presente.Cómo todo adolescente que le suelta la mano a los padres, este equipo vive equivocándose, luego el joven madura y se encamina. Muchachos, es el momento de demostrar que dejaron la pubertad, que ya son adultos y que este equipo volverá a funcionar nuevamente como en los no tan lejanos viejos tiempos, para nosotros los hinchas pero fundamentalmente para ustedes mismos. Estamos a tiempo aún, y sino la revancha será el reducido.
Foto: Matias Murquia
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