Es probable que los dirigentes tengan mucho trabajo por estos días, pensando en cómo atravesar esta situación y en planificar la temporada que viene. También es probable que el cuerpo técnico esté revisando algunas decisiones, que de sostenerse en el tiempo, podrían llevar al equipo nuevamente a la Primera C. Y que los jugadores, apenados y avergonzados, se sientan muy mal por no haber tenido lo que el mundo del fútbol dice que les faltó en la cancha de Sportivo Italiano. Pero esta vez no vale la pena opinar sobre ninguna de estas cuestiones. Sería malgastar energías.
Más vale aprovechar estar líneas para darle ánimo al hincha de Acassuso. Ese que fue a ver al equipo contra San Telmo y que alentó todo el partido sin parar. Ese que va siempre a la cancha a alentar (¡¡y no a putear!!) a los colores que lleva en el corazón acompañado por su familia y por sus amigos. Ese hincha que esta semana se va tener que bancar que hasta el más pintado en materia de fútbol le haga un comentario burlón sobre su equipo. Ese que la semana que viene va a ir Platense nuevamente, sin esperar nada de nadie. Que sólo se presentará para cumplir con su parte, la de alentar y dejar la garganta en cada estrofa. Esperando sin ilusionarse, que los demás cumplan con la suya.